Lectura de Runas
La palabra Runa deriva de un antiguo vocablo germano que significa “susurrar” o “secreto”.
Cuenta la leyenda que las Runas fueron descubiertas por el dios nórdico Odín.
Odín, para aprender el arte de las Runas y el poder de adivinación que las mismas tienen, se colgó de un árbol llamado Ygdrasil y, atravesado por una lanza durante nueve días con sus nueves noches, obtuvo la sabiduría.
Afortunadamente, hoy no tenemos que pasar por eso para interpretarlas.
Las Runas son parte de un alfabeto. Cada una de ellas tiene una representación a través de un símbolo, una cualidad y un elemento (Fuego, Tierra, Aire, Agua, Hielo).
Y la lectura de su conjunto o combinación puede ayudarnos a tomar decisiones.
Por ejemplo, nos ayudan a detectar qué caminos tenemos bloqueados, cuales están abiertos, y a ver con claridad aquello que nos marca el Destino. Me gusta pensar en las Runas como un… GPS.
Hay distintos tipo de lecturas de Runas, pero lo más importante a tener en cuenta es saber que las mismas no son “inamovibles” y que podemos trabajar con sus predicciones.
Y al ser preventivas, van a advertirte sobre situaciones que vas a ir viviendo, y pueden darte tips de cómo prepararte frente a ellas.
La lectura que más utilizo es el Campo Situacional, en donde puedo ver el “ahora” de la personas y qué movimientos les esperan en la vida (amor, relaciones, familia, trabajo, salud, etc.) desde el momento de la consulta hasta los meses siguientes que dictamine el Campo Situacional (de 4 a 12 meses).
Si en la lectura aparecen Runas de Hielo, por lo general suelo dar un ritual o ejercicios para que el consultante trabaje el aspecto en donde está bloqueado.
También existe la Cruz Céltica, una lectura en base a preguntas definidas o necesarias por el Consultante. En este caso, se hace la lectura de tres Runas que nos van a indicar Pasado, Presente y Futuro de quien pregunta.
Como Vitki (lectora de Runas), mi función es que el Consultante se vaya con respuestas y que pueda activar todo aquello donde se siente frenado.